Las carillas son uno de los tratamientos de odontología estética más populares porque proporcionan mejoras de aspecto natural y duradero en la forma, el color y la simetría de su sonrisa. Muchas personas que consideran las carillas tienen la misma pregunta: ¿Cuánto duran realmente?
La comprensión de la vida útil de las carillas, los factores que influyen en su durabilidad, y las diferencias entre las opciones tradicionales y prepless le ayuda a tomar una decisión informada sobre su tratamiento.
Este blog explica cómo funcionan las carillas, cuánto tiempo suelen durar y qué puede hacer para mantener los resultados durante muchos años.
Las carillas son delgadas, del color del diente cáscaras que se ajustan sobre las superficies frontales de los dientes para mejorar su apariencia. Son una solución cosmética para las preocupaciones tales como chips, decoloración, bordes desgastados, desalineación leve, y las lagunas. Las carillas mejoran la forma y el color manteniendo un aspecto natural que combina con los dientes circundantes.
Tanto las carillas tradicionales como las carillas preformadas ofrecen ventajas estéticas y pueden adaptarse a sus objetivos. Cada tipo tiene un enfoque de diseño diferente, pero ambos están destinados a ofrecer resultados duraderos y atractivos.
Las carillas bien hechas, con el apoyo de un cuidado adecuado, a menudo duran muchos años antes de necesitar un reemplazo. Las carillas de porcelana tradicionales suelen durar más que las carillas preformadas porque se fabrican con materiales cerámicos resistentes y se adhieren después de preparar el esmalte para un ajuste ideal.
En general, las carillas son restauraciones de larga duración. Su vida útil depende de varios factores, entre ellos:
Si se cuidan adecuadamente, las carillas pueden mantener su resistencia y aspecto durante un largo periodo de tiempo. Las carillas preformadas pueden tener una vida útil ligeramente diferente debido a su diseño ultrafino, pero muchos pacientes disfrutan de resultados duraderos con cualquiera de las dos opciones.
Aunque las carillas son duraderas, hay varios factores que influyen en su longevidad. Ser consciente de estos elementos ayuda a proteger su inversión y mantener su sonrisa.
El cepillado diario y el uso de hilo dental mantienen sanas las carillas y los dientes naturales. Unas superficies dentales limpias ayudan a prevenir las caries en los bordes de las carillas y soportan el material adhesivo que las mantiene en su sitio.
Morder o masticar objetos duros puede ejercer una presión excesiva sobre las carillas. Hábitos como masticar hielo, morder bolígrafos o utilizar los dientes para abrir envases pueden aumentar el riesgo de daños.
Apretar o rechinar los dientes durante el sueño puede debilitar las carillas con el tiempo. Un protector nocturno proporciona una protección importante y ayuda a preservar su estructura.
Las carillas son resistentes a las manchas, pero la estructura dental natural que las rodea puede decolorarse si se expone a alimentos que manchan o al tabaco. Evitar el exceso de bebidas oscuras o aperitivos ácidos puede ayudar a mantener su sonrisa consistente en apariencia.
Los exámenes dentales regulares contribuyen a la salud a largo plazo de las carillas. Durante las visitas, el dentista comprueba la adhesión, evalúa la salud de las encías y se asegura de que no haya problemas subyacentes que afecten a las carillas.
Estos factores combinados determinan en qué medida las carillas conservan su forma, color y estabilidad originales.
Las carillas tradicionales se fabrican con materiales de porcelana resistente. Antes de su colocación, se retira una fina capa de esmalte para asegurar que la carilla se asienta de forma natural sobre el diente. Esta preparación permite una unión segura y un acabado suave que se integra perfectamente con la sonrisa.
La resistencia y durabilidad son ventajas importantes de las carillas tradicionales. Su material es resistente al desgaste y mantiene bien el color con el uso diario. Si se colocan correctamente y se cuidan con constancia, las carillas tradicionales pueden permanecer estables y atractivas durante mucho tiempo.
Las carillas Prepless son carillas ultrafinas que se adhieren a la superficie natural del diente sin apenas eliminar el esmalte. Debido a que preservan más de la estructura natural del diente, son una opción cosmética conservadora. Su diseño delgado las hace adecuadas para las personas que desean una mejora notable con una preparación mínima.
Aunque las carillas preformadas son más finas que las carillas tradicionales, siguen ofreciendo resistencia y estabilidad a largo plazo. Su longevidad depende en gran medida de:
Los pacientes que prefieren una opción más suave y menos invasiva a menudo eligen las carillas preimplantadas y, con los cuidados adecuados, pueden seguir siendo una solución estética eficaz durante muchos años.
Las carillas se pueden utilizar para tratar dientes desgastados, astillados o descoloridos. Si estos problemas se dejan sin tratar, los dientes subyacentes pueden seguir desgastándose o ser más susceptibles a grietas más profundas. Con el tiempo, esto puede afectar a la comodidad de la mordida o aumentar la sensibilidad.
Los problemas estéticos, como un espaciado irregular o una decoloración importante, también pueden afectar a la confianza y limitar la comodidad en situaciones sociales o profesionales. El tratamiento precoz de estos problemas previene el desgaste adicional y ayuda a mantener la función dental general.
Entender el proceso de las carillas ayuda a aclarar qué contribuye a su durabilidad. Los materiales resistentes, la preparación precisa y el diseño personalizado contribuyen al éxito a largo plazo.
Su tratamiento comienza con una evaluación completa de su sonrisa. Fotografías, escaneos y un examen ayudan a determinar el enfoque adecuado en función de sus objetivos. El dentista revisa los tipos de carillas disponibles y discute qué opción se alinea con sus resultados deseados.
Si se opta por las carillas tradicionales, se prepara suavemente una fina capa de esmalte para dejar espacio a las carillas. Se toman impresiones y se envían al laboratorio dental. Pueden colocarse carillas provisionales para proteger los dientes preparados.
Si se recomienda la colocación de carillas preimpregnadas, apenas es necesario retirar el esmalte. Se toman impresiones, y una vez que las carillas regresan del laboratorio, se adhieren directamente a los dientes naturales.
Cuando las carillas permanentes están listas, se colocan, se comprueba el ajuste y el color, y se adhieren firmemente. La forma final y el pulido garantizan un aspecto uniforme y natural.
El cuidado posterior adecuado juega un papel importante en la longevidad de las carillas. Hábitos constantes y precauciones simples ayudan a mantener su fuerza y apariencia.
Cepíllese los dientes dos veces al día con un cepillo suave y utilice hilo dental cuidadosamente alrededor de cada diente. Una buena higiene previene la acumulación de placa y favorece la salud de las encías a largo plazo.
Algunos dentífricos blanqueadores contienen partículas abrasivas que pueden deslustrar la superficie de la carilla. Una opción no abrasiva ayuda a conservar el brillo.
Morder alimentos muy duros puede dañar los bordes de las carillas. Cortar estos alimentos en trozos más pequeños ayuda a protegerlas.
Si aprieta o rechina los dientes, el uso de un protector nocturno evita la presión que podría debilitar o fracturar las carillas.
Las visitas periódicas al dentista permiten detectar precozmente cualquier cambio en las carillas y garantizar que la adhesión siga siendo segura.
Estos hábitos favorecen unos resultados duraderos y ayudan a conservar tanto las carillas como los dientes naturales que se encuentran debajo de ellas.
Las carillas ofrecen varias ventajas que las convierten en una opción destacada en odontología estética.
Las carillas mejoran el equilibrio de la sonrisa y crean un aspecto renovado y seguro.
Las carillas están diseñadas para proporcionar mejoras duraderas y de aspecto natural a su sonrisa. Su vida útil depende del tipo de carilla, la calidad de la colocación, y el cuidado que reciben después.
Con hábitos cuidadosos y revisiones profesionales regulares, las carillas pueden permanecer fuertes, estables y estéticamente agradables durante muchos años. Comprender las diferencias entre las opciones tradicionales y las preformadas le ayudará a elegir el tratamiento que mejor se adapte a sus objetivos y estilo de vida.
Si está considerando la posibilidad de colocarse carillas o desea orientación para mejorar su sonrisa, una consulta estética puede ayudarle a determinar qué opción de carillas se ajusta a sus necesidades y expectativas.
Las carillas son resistentes a las manchas, aunque los dientes naturales que las rodean pueden decolorarse si se exponen a alimentos que manchan o al tabaco.
Las carillas tradicionales requieren la eliminación del esmalte, lo que las convierte en un compromiso a largo plazo. Las carillas preimpregnadas conservan más la estructura natural del diente.
Aunque son duraderas, las carillas pueden astillarse si se exponen a impactos fuertes o al morder alimentos duros.
El cepillado diario, el uso de hilo dental y una pasta dentífrica no abrasiva ayudan a mantener su aspecto.
Una evaluación cosmética ayuda a determinar si las carillas tradicionales o preimpresas son la mejor opción en función de los objetivos de su sonrisa y su estructura dental.

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